Septiembre 15, 2023
BAJO LA ARENA
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Marie y Jean Drillon, tienen veinticinco años de casados. Han decidido tomar sus vacaciones en la región costera de Landes, en el oeste francés. Mientras ella reposa en la playa, él se mete al mar. Tiempo después, Marie se percata de que Jean ha desaparecido y sus esfuerzos para encontrarlo son infructuosos. Sin saber siquiera si ha muerto, Marie debe lidiar con la pérdida del ser amado, incluso sigue con su rutina cotidiana y se hace amante de un editor como una manera de evadir la realidad del duelo sobre el que gira este inquietante drama psicológico.
François Ozon aseguró en una entrevista, que la génesis de la película se debe a un suceso real atestiguado por él en su infancia. Estando de vacaciones con su familia en la playa, el realizador francés conoció a una pareja neerlandesa que rondaban los sesenta años; un día, el marido se metió a nadar sin regresar jamás. El cineasta recuerda aún al helicóptero sobrevolando las aguas en su búsqueda, imagen que habría de utilizar en el filme. La duda sobre el qué habría ocurrido después con aquella mujer, sería la inspiración de Bajo la arena. Por otra parte, el cineasta Ingmar Bergman declaró que ésta era una de sus películas favoritas contemporáneas.
Ozon reconoce que Bajo la arena constituye la primera contribución a una trilogía sobre el duelo que se completa con Tiempo de vivir (Le temps qui reste) y una tercera entrega aún sin filmar…”Que existan tantas formas de convivir con la muerte de alguien parece una obviedad, pero no lo es la forma elegida por el realizador para explorar el tema. Siempre encarando la situación de la ¿viuda? de manera oblicua, el director avanza por un camino lleno de ambigüedades que corresponde al espectador disfrutar (o padecer). Alucinaciones, regalos para un ser ausente, infidelidad respecto a una pareja desaparecida... Marie se encuentra en un estado de negación en donde la incertidumbre se impone a la realidad. Hábilmente, el director consigue que la duda se apodere también del cinéfilo, quien comparte así una pequeña porción de la desazón de la protagonista. La particular psicología de la pérdida se presenta así, lenta, dolorosamente en la pantalla como un amasijo de nostalgia, angustia e impotencia pero también como liberación, erotismo y lóbrego humor…” –información de Wikipedia-