Septiembre 29, 2020
NUESTRAS PEQUEÑAS BATALLAS
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Mientras que Olivier, de 39 años, entusiasta y solidario jefe de una sección laboral de una fábrica pone tanto esfuerzo como puede en su trabajo, pendiente del bienestar de sus compañeros antes que del suyo propio, a duras penas puede encontrarse con Laura, su esposa y la madre de sus dos hijos. Olivier se va muy temprano y llega muy tarde, su familia y él llevan una vida complicada, eso no implica que falte el amor. Por el contrario, es evidente que todos se quieren. No obstante, su mujer sufre; se le siente triste, cansada, distraída, incluso sufre un desmayo en la boutique de ropa donde trabaja. Una tarde, Laura no va por los niños al colegio. Olivier va por ellos, se angustia. Nadie sabe nada de ella, ni su jefa, ni un médico que la recetaba. Laura desaparece de la casa y lo deja solo para que asuma nuevas responsabilidades. Olivier, desconcertado, denuncia el hecho a la policía y más tarde recibe una postal sin dirección de parte de su esposa y tendrá que asumir su nueva realidad como padre y criar a sus hijos Elliot y Rose, de nueve y seis años, por su cuenta. El frágil equilibrio que sostiene a la familia se desquebraja al tiempo que sigue viendo por el bienestar de sus compañeros y analiza nuevas opciones de trabajo; desde la posibilidad de dirigir un sindicato laboral en Toulose o tomar la dirección de Recursos Humanos de la fábrica donde trabaj, con el apoyo de sus hijos, de su madre y de su hermana.