Junio 15, 2018
CITA CON LA MUERTE
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22 de noviembre de 1963. John F. Kennedy es acribillado en Dallas, Texas, aparentemente, por un fanático marxista-leninista, Lee Harvey Oswald, quien es detenido de inmediato y asesinado en menos de 48 horas por Jack Ruby, un gángster menor, ligado a negocios de prostitución y alcohol. Éste, uno de los mayores magnicidios de la historia, acabó con el sueño americano y la inocencia del estadunidense medio. La muerte de JFK abrió la cloaca de los recovecos del poder y del dinero: las oscuras fuerzas que planearon el crimen, siguen reptando en la oscuridad, incluso, contaron con el apoyo de la llamada Comisión Warren, impuesta por el presidente que tomó el lugar de Kennedy, Lyndon B. Jonson, misma que manejó la teoría del asesino solitario y sicópata y que enfrentó la vehemencia de Jim Garrison, Fiscal del Distrito De Nueva Orleáns, quien puso en tela de juicio la muerte del carismático presidente. 43 años después del asesinato de JFK, aparece una nueva teoría, sustentada más por la imaginación y la sorpresa que por hechos contundentes, aunque deja al descubierto, quizá sin proponérselo, los pantanosos secretos de la política mexicana y sus instituciones de seguridad.