Septiembre 13, 2016
LOS NIÑOS DEL CURA
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Luego de que un nuevo decreto del Papa permite el uso parcial de los preservativos, don Fabián, un joven sacerdote católico en un pequeño pueblo de una isla Dalmacia en el Adriático, frustrado por la popularidad que el anciano cura, don Jacobo, próximo a retirarse, tiene entre los feligreses y a su vez por la bajísima tasa de natalidad en la isla, empieza a agujerear los condones, que el devoto Peter, vende en su quiosco. A esa tarea, emprendida por don Fabián y Peter, se une el maniático farmacéutico local, Marin, un conservador que empieza a poner pastillas de vitaminas en lugar de anticonceptivos en su farmacia.
Para mantener todo bajo control, los tres diseñan una suerte de gráfica sexual de toda la población. Controlando, por tanto, la vida sexual de los hombres y mujeres y aboliendo prácticamente el control de la natalidad de la localidad y a su vez descubren la orientación sexual y manías de los habitantes. Los indeseados embarazos empiezan a suceder y el joven cura hace lo imposible para casar a esas parejas de forma cristiana, incluso contra su voluntad; por ejemplo: le consiguen marido a Vesna, la chica embarazada de un turista noruego y eligen a Jura, el galán de la isla.