Enero 27, 2015
AL MEJOR POSTOR
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Virgil Oldman, de origen británico, es un hombre cercano a los sesenta años, solitario, quisquilloso, excesivamente ordenado, rutinario y excéntrico que no se separa de sus guantes y sus manías higiénicas. Se trata de un huraño pero prestigioso experto en arte y un agente de subastas de alto nivel, muy apreciado en el ambiente donde se mueve. Es una persona muy culta, un apasionado de la pintura y otras obras artísticas, que oculta en una suerte de cámara blindada dentro de su residencia, una valiosísima colección privada y secreta de cuadros que ha ido atesorando a lo largo de muchos años: todos con una sola temática, la mujer. Virgil mantiene pocas relaciones: entre ellas, Lambert, su empleado más cercano. Billy Whistler, un pintor que le ayuda a amañar subastas para que pueda hacerse de nuevas obras para su colección privada. Y Robert, un joven experto en relojes y asuntos mecánicos que poco a poco intenta armar un antiguo autómata, a partir de las piezas y engranajes que le suministra Virgil, localizadas en la villa de una extraña mujer: Claire. De hecho, Robert se convertirá en su confidente y al que acabará consultándole sobre temas del amor y sentimientos, dado que Virgil, es un inexperto en el tema. De hecho, su vida transcurre al margen de cualquier sentimiento o relación hasta que conoce a la hermosa y misteriosa joven, Claire Ibbetson, que le encarga tasar y vender todas las obras de arte y una extensa colección de antigüedades heredadas de sus padres, entre ellos, las piezas del autómata en el que trabaja Robert. Claire es una mujer que no se deja ver por nadie ya que sufre agorafobia, una extraña enfermedad psicológica que la mantiene aislada del mundo, encerrada en su enorme villa. Sin embargo, desde su encierro, transformará por completo y para siempre, la vida de Virgil, quien se sumergirá en una atípica historia de amor con un asombroso desenlace.